En términos generales, a nivel mundial, el cáncer es una enfermedad que va en aumento y es considerada como una de las principales causas de muerte.
Debido a diversos factores como el crecimiento poblacional y el envejecimiento, la OMS estima que para el 2030 los casos nuevos sobrepasarán los 20 millones anuales. Sin embargo, esos números podrían reducirse significativamente, ya que se calcula que entre el 30% y el 50% de los cánceres son prevenibles mediante la adopción de hábitos saludables como la buena alimentación, vacunación y diagnósticos y tratamientos oportunos
El 30% de los tumores cancerígenos se podrían evitar con una dieta sana y completa. Dieta y cáncer están relacionados. Una alimentación sana y equilibrada reduce tus posibilidades de sufrir esta enfermedad. Pero si comes mal, las aumentas. Según la Organización Mundial de la Salud, se podrían evitar el 30% de los casos de cáncer en todo el mundo con una dieta sana y equilibrada.

Hay muchas líneas de investigación abiertas sobre qué alimentos favorecen el cáncer y cuáles lo evitan. Está comprobado, por ejemplo, que un consumo excesivo de grasas saturadas puede provocar cáncer. También está demostrado que comer más fruta y verdura es beneficioso. Pero un alimento no provoca, ni evita, el cáncer por sí sólo. Lo que influye es la dieta en su conjunto.
Hay estudios en curso sobre la dieta y la salud. Los investigadores continúan explorando si ciertos alimentos y nutrientes pueden reducir el riesgo de cáncer. Los resultados no son consistentes y varían según la persona. Las siguientes cosas pueden ayudar.
Las frutas y verduras pueden reducir el riesgo de cáncer de pulmón, oral, esofágico, de estómago y de colon.
La dieta mediterránea puede proteger contra el cáncer. Esta dieta se centra en alimentos como el pescado, las frutas y verduras, los frijoles y los granos enteros.
El calcio y la vitamina D pueden reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
El ácido fólico puede proteger contra el cáncer.
¿Qué cosas específicas puedo hacer para mejorar mi dieta?
Puede reducir el riesgo de problemas de salud comiendo una dieta sana y equilibrada. Esto incluye una variedad de frutas, verduras, granos enteros, legumbres (frijoles y guisantes secos), nueces y semillas. En cuanto a las proteínas, consuma cantidades moderadas de pescado, aves de corral, carnes magras y productos lácteos con bajo contenido de grasa o sin grasa.
Ciertas grasas deben formar parte de una dieta saludable. Pueden reducir el riesgo de enfermedad. Las grasas “buenas” pueden ayudar a reducir el nivel de colesterol total. Las grasas “buenas” incluyen las siguientes:
Grasas monoinsaturadas: Se encuentra en los aceites de canola, oliva, aguacate, cacahuete y otros frutos secos. También se encuentra en legumbres, aceitunas, semillas, nueces, mantequilla de nueces y aguacates.
Grasas poliinsaturadas: Se encuentra en aceites vegetales como el maíz, el girasol y el cártamo. También se encuentra en el maíz, la soja y los tipos de granos, legumbres, nueces y semillas.
Ácidos grasos omega-3: Se encuentra en peces “aceitosos”, como el salmón, el arenque, las sardinas y la caballa. También se encuentra en las semillas de lino, el aceite de lino y las nueces. Los ácidos grasos Omega-3 del pescado son especialmente buenos para su salud.
Debe evitar o limitar las grasas “malas”. Estas incluyen las grasas trans y saturadas. Se encuentran en la comida rápida, la comida frita, los aperitivos y los productos horneados. Las grasas “malas” pueden aumentar el nivel de colesterol total.